En
la vida de hoy, leer es un medio importantísimo para mantenernos al día con los
avances de la humanidad así como para intercambiar ideas y puntos de vista
sobre distintos temas. La capacidad lectora del ser humano, es por
tanto una herramienta valiosísima, y un excelente recurso para nutrir el intelecto y
el alma con la extensa variedad de literatura disponible.
Saber leer es uno de los pilares para la adquisición y la trasmisión del
conocimiento en nuestra vida cotidiana, pero también en el
mundo académico. Por eso es importante que los niños adquieran y entrenen esta
habilidad desde que son pequeños, pues a medida que se va avanzando en el
itinerario académico el nivel de exigencia se va incrementando, lo que demanda
una mayor exigencia en la destreza
lectora y escrita.
La lectura es hábito, y como la mayoría de los hábitos, se desarrolla en casa y de manera más fuerte durante los primeros años de vida. Los niños desde muy temprana edad, una vez ha madurado su sentido de la vista, son capaces de ver las imágenes y si cuentan con un padre o una madre interesada que los oriente en cuanto al significado, irán poco a poco entendiendo lo que ahí “dice”.
A edades tempranas, este hábito resulta mucho
más saludable y
beneficioso, de manera que un buen ingrediente para la educación de nuestros hijos
es el fomentar esta actividad. La lectura desarrolla ciertas actitudes en los
más pequeños: desde la diversión, el aumento de la imaginación, la creatividad
y la concentración.
Cuando
nos damos cuenta que la lectura va más allá que solamente proporcionar
información, o significado de cosas que anteriormente no conocíamos, sino que
además forma, educa, mejora nuestra capacidad de análisis, reflexión,
concentración y estimula la imaginación, entonces es más fácil comprender por
qué es importante crear un hábito de lectura.
Las persona con hábito de lectura están preparados para aprender por sí mismos durante toda su vida; lo que en estos tiempos tiene una importancia mayor ya que estamos en una época donde los conocimientos envejecen o quedan obsoletos con mucha rapidez, y es por ello que necesitamos mantener un conocimiento fresco.